Los nutricionistas desmontan la cruzada de Luis Enrique en contra de la leche: “Ahí te meto el ‘matarratas'”

por María Amaro

En este artículo de El Mundo los nutricionistas explican por qué Luis Enrique se equivoca con sus opiniones sobre la leche.

Los nutricionistas desmontan la cruzada de Luis Enrique en contra de la leche: “Ahí te meto el ‘matarratas'”

Luis Enrique acaba de liarla parda al catalogar a la leche de vaca de “matarratas” y a las bebidas vegetales, de “mierda pinchada en un palo” en una nueva entrega de la serie documental de Movistar+ ‘Luis Enrique, no tenéis ni puta idea’.

En la polémica escena, el entrenador del PSG, con su gracejo habitual, suelta estas ‘perlas’ mientras prepara un café: “¿Desde cuándo un animal, después de destetarse, toma leche? Esto lo tengo por los invitados. En mi casa, no se toma leche. ¿Avena con almendra? Esto es otra mierda pinchada en un palo. ¡El café se toma solo!”.

Como era de esperar, las reacciones a sus aseveraciones -creencias por cierto, muy extendidas en el ámbito del deporte- no se han hecho esperar. En ZEN, nos basta con ‘tirar de hemeroteca’ para desmontar su cruzada, arrancando por el primer argumento del que suelen tirar los que, como Luis Enrique, abogan por eliminar la leche de la dieta: el hombre es el único animal que sigue tomando leche después del destete. “Los que se posicionan en contra del consumo de leche suelen aducir que el ser humano es el único mamífero que toma leche tras el destete. Este es un argumento muy repetido en internet y que, aunque no deja de ser cierto, yo rebatiría preguntando obviedades como si hay otro mamífero que cocine los alimentos, los conserve en la nevera o los caliente en el microondas. Porque, para mí, que seamos el único ser vivo que sigue tomando leche tras ser amamantado, no es un hecho diferencial que corrobore que tomar leche de vaca sea malo o bueno en términos de salud”, afirma la endocrina María Amaro.

¿Es tan mala la leche de vaca para la salud como nos la quieren pintar? “Es una cuestión relativa, ya que, en el ámbito de la nutrición, la idoneidad o no de un determinado alimento queda supeditada a con qué lo estemos comparando. Y, en este sentido, sí que existen alternativas más adecuadas en términos de salud, dígase legumbres y derivados, sobre todo, si hablamos a nivel cardiovascular”, explica Miguel López Moreno, dietista-nutricionista, doctor en Ciencias de la Alimentación (CIAL) y profesor de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) de Madrid.

Lo de que nadie puede poner en duda es que la leche de vaca es una buenísima fuente de calcio. “Un vaso de leche de vaca aporta el 25% de los requerimientos diarios de este mineral que necesita un adulto sano (unas necesidades que varían según el sexo, la edad y el estado fisiológico de cada persona). Pero, ¿es imprescindible tomar leche de vaca para que tengamos los niveles de calcio adecuados? No, porque además de derivados, como quesos o yogures, podemos obtenerlos a través de otros alimentos como las sardinas, las almendras, los garbanzos, las espinacas, las acelgas, etcétera”, relata María Amaro. Pero aún hay más: “la grasa de la leche de vaca nos aporta saciedad, palatividad y vitaminas liposolubles, como la D”.

¿Qué otros beneficios tiene la leche de vaca? “Neutraliza la acidez estomacal. De ahí que, cuando tenemos dolor de estómago, se tome un vasito de leche de vaca. Además, de favorecer la formación de nuevos tejidos, reduce la concentración de ácido úrico”.

Eso sí, Miguel López Moreno nos advierte de que, en su versión entera, “contiene cantidades significativas de grasa saturada y colesterol, que son factores causales de enfermedad cardiovascular. En el caso del colesterol, el Instituto de Medicina (IOM) establece que cualquier incremento en la ingesta de colesterol dietético supone un aumento del riesgo cardiovascular”.

¿Qué debemos saber sobre la intolerancia a la lactosa? “La lactosa es el azúcar que está presente de manera natural en la leche y solo conviene evitarla en caso de que exista alguna intolerancia real. Es más, si no la tuviéramos y dejáramos de consumirla, podemos llegar a provocar que nuestro organismo la desarrolle, debido a una falta de lactasa que es la enzima que digiere la lactosa. Por lo tanto, no debemos tomar leche sin lactosa si no tenemos una intolerancia. Es mejor que cambiemos la leche de vaca por otro tipo de bebida vegetal”, aclara María Amaro.

O sea, que la leche de vaca ni es tan perversa como algunos la pintan (a no ser que se tenga intolerancia a la lactosa o se consuma entera a lo bestia), ni es vital para nuestra supervivencia como especie.

Dicho de otro modo, no pasa nada porque la sustituyamos por otras bebidas de origen vegetal (a la que Luis Enrique se refiere como “mierdas pinchadas en un palo”) siempre y cuando estas reúnan algunos requisitos básicos esenciales comunes a todas ellas: que no tengan azúcares añadidos y que estén enriquecidas con los minerales y vitaminas que nos aportaría la leche de vaca de toda la vida (o, incluso, más).

¿Cuál sería la bebida vegetal idónea para sustituir la leche de vaca? Pues según María Amaro, “la mejor alternativa es la bebida de soja. ¿Por qué? Porque tiene la mitad de grasa que la leche entera, lo que puede ayudar mucho a reducir el colesterol, y una cantidad similar de vitaminas B2 y B3. También, proporciona un mayor aporte de B1 y de vitamina E. Es una legumbre que tiene un alto contenido en isoflavonas, sustancia de origen vegetal con una estructura muy similar a los estrógenos, por lo que la convierte en una bebida muy beneficiosa para las mujeres”.

Miguel López Moreno también apuesta por la soja. “De los diferentes tipos de bebidas vegetales, la más semejante a nivel nutricional a la leche es, sin lugar a dudas, la bebida de soja. El aporte de proteínas y grasas es similar, pero en este caso predomina la presencia de grasas insaturadas y la ausencia de colesterol. La única consideración es que hay que optar por aquellas versiones sin azúcares añadidos y fortificadas con calcio y vitamina D”.

… visitar el periódico El Mundo…

You may also like

logo-dra-amaro-bt Fuente del Berro, 22
28009 Madrid

910 243 812

info@clinicafeelgood.com Copyright ©2020  Clínica Feel Good ^ arriba ^