Una cuestión sobre la que debemos reflexionar; ¿debemos flexibilizar nuestra dieta? La respuesta es SÍ.
Lo que debemos tratar en todos los casos es educarnos en la alimentación. Aunque estemos sometidos a una dieta, el médico nutricionista debe hacer hincapié en la importancia de comer variado, rico y aprender a compensar los excesos que se cometan.
No podemos eliminar de nuestros hábitos alimenticios ciertos tipos de alimento para siempre. Una cosa es que durante una dieta haya alimentos que suprimamos por una temporada y otra muy distinta que no se puedan volver a ingerir. Para eso está la labor de enseñar a compensar cuando volvemos a realizar excesos o tomar alimentos en cantidades no permitidas en nuestros nuevos hábitos alimenticios.
Esto redunda en el efecto rebote, de ahí la importancia de que una vez hayamos perdido el peso que deseemos con nuestra dieta saber equilibrar nuestra alimentación. Hay que apoyarse en nuestro nutricionista.
Tenemos que tener en cuenta además que las prohibiciones generan ansiedad. Se puede comer de todo, sin necesidad de grandes cantidades, de aquellas cosas que hemos tenido ‘apartadas’. La importancia de gestionar nuestro apetito, de ser conscientes de que un exceso debe ser compensado y de que sólo así se evitará el efecto rebote son tres aspectos a tener en cuenta en una alimentación saludable durante y después de la dieta.
¿Quién se siente aburrido cuando se encuentra a dieta y tiene una cena o comida fuera de casa? La disciplina es muy buena, pero continuar con nuestra vida social también lo es. No dejes de salir por tu dieta, existen muchos platos que pueden adaptarse a tu dieta y a la vez disfrutar con familiares y amigos.
¿Cómo compensamos estos excesos puntuales? Muy sencillo; limitar la ingesta de calorías o hacer más ejercicio. NUNCA se debe ayunar, debemos activar nuestro sistema y las 5 comidas al día no deben dejar de hacerse. No es necesario contar calorías, sino saber cómo quemarlas con ejercicio físico y/o compensando.
Con el Método Amaro podrás comer, disfrutar comiendo y no recuperando nunca con el famoso efecto rebote. ¿Te apuntas?
