La obesidad no es una mera cuestión estética, es un problema de salud, una enfermedad que en sí misma es causante de numerosas complicaciones, como hipertensión, diabetes o colesterol elevado. Por ello, ante un problema de obesidad hay que plantearse un tratamiento integral que permita perder peso a largo plazo y de una forma progresiva.
Consejos para perder peso de forma saludable
- Infórmate. Perder peso es, sobre todo, una cuestión de salud. Por ello es conveniente contar con la supervisión de un profesional médico que valore tus características personales, el peso de partida, el objetivo que se quiere alcanzar, los plazos y los controles médicos que sean necesarios.
- Haz una dieta sana y equilibrada. En la mayoría de las ocasiones la dieta supone una reeducación de los hábitos alimenticios, de modo que el peso perdido no vuelva a recuperarse. Algunos puntos básicos de una dieta saludable serían: elegir alimentos con poca grasa y reducir el consumo de azúcares; incluir abundantes frutas y verduras y, un par de veces a la semana, tomar legumbres; la pasta, el arroz y los cereales mejor si son integrales; controlar y limitar el uso de la sal en las comidas; beber entre 2 y 2,5 litros de agua por día; optar por pescado mejor que carne; evitar los fritos y las comidas procesadas; y consumir diariamente pequeñas cantidades de frutos secos.
- Haz cinco comidas al día. Procura que no pase mucho tiempo entre comidas, así evitarás que el hambre aumente y acabes comiendo de forma compulsiva. Además del desayuno, almuerzo y cena, haz una merienda a media mañana y otra a media tarde.
- Disfruta de la comida y dedícale al menos 20 minutos. Para ello come sin distracciones y prestando atención a lo que ingieres. Te saciarás antes y tendrás una mejor digestión.
- Evita los refrescos, bebidas gaseosas y el alcohol. No solo la comida engorda, también lo hace la bebida y muchas veces no se tiene en cuenta a la hora de llevar a cabo una dieta. El agua no aporta calorías y se puede beber toda la que se quiera. El té también es una bebida saludable que aporta muchos beneficios. Así, por ejemplo, el té verde tiene propiedades saciantes, laxantes, es un buen antioxidante y ayuda en los procesos digestivos.
- Empieza el día bebiendo un vaso de agua. El agua en ayunas ayuda a activar el metabolismo, además de contribuir a evitar el estreñimiento.
- Haz ejercicio. El ejercicio físico mejora nuestra salud y nuestra calidad de vida y nos aporta beneficios físicos y emocionales. El ejercicio es fundamental para mantener un peso saludable y también contribuye a prevenir o retrasar algunas patologías, como la diabetes o los problemas cardiacos. El deporte hay que introducirlo siempre adecuado a cada edad, sexo y patología, en caso de que exista. En este campo, pocos logros son grandes éxitos.
- Duerme un mínimo de 7 horas al día. No descansar lo suficiente aumenta nuestro apetito, especialmente de alimentos hipercalóricos, y hace disminuir las ganas de hacer ejercicio, una combinación explosiva que favorece el acopio de grasa.
- Controla la ansiedad. Ponerse a dieta y cambiar de hábitos alimenticios y de estilo de vida puede resultar un proceso estresante. En algunos casos la ayuda psicológica puede ser muy útil para superar estas situaciones y lograr los objetivos planteados de perder peso.
- Usa la cabeza. Para perder peso se necesita perseverancia, concentración, auto control y paciencia. Pero, sobre todo, se necesita voluntad, un poco de motivación y sentido común. Y si tienes dudas, confía en tu profesional médico que será quien mejor podrá orientarte.
Maria Dominguez Amaro