Qué es el Agua de Jamaica: la infusión que desayuna Isabel Preysler para estar delgada

por María Amaro

|  Isabel Preysler en su instagram  @isabelpreysler  |


 

En este artículo de El Mundo analizamos el desayuno que toma Isabel todos los días.

La primera ingesta del día de Preysler, además de extremadamente hipocalórica, tiene un potente efecto laxante y diurético

Lo que ha trascendido, hasta el momento, del especial ‘Isabel Preysler: mi Navidad’, que se estrenará en Disney+ el próximo 5 de diciembre, nos ha servido para enterarnos de que, para ella, el desayuno es mucho más que la primera ingesta del día, es un ritual al que se entrega en cuerpo y alma, con una disciplina férrea y una parsimonia no apta para el común de los mortales.

Porque, mientras la ‘gente de la calle’ hace encaje de bolillos para beberse el café en tres sorbos (aunque se abrase la boca en el intento) y engullir una tostada, Preysler coloca ante su mesa un cartel de ‘no molestar’ imaginario para disfrutar del que, dice, es uno de los secretos de esa espléndida piel que luce, tersa y libre de arrugas, a los 72 años.

El ‘banquete’, desde luego, tiene miga y no precisamente, porque el pan o los bollos formen parte del menú. ¿Con qué arranca Isabel Preysler la jornada? Ella misma lo cuenta en el documental. “Primero tomo agua caliente con lima y unas vitaminas y, después, zumo de pomelo, un kiwi, pomelo, otra vez, y semillas de lino“.

Pero, ojo, que la cosa no queda aquí porque, cuando termina con todo lo anterior, cierra la sesión bebiendo agua de Jamaica. Y así, todos los días. Sin desviarse, al parecer, ni un ápice de esta senda de espartana frugalidad.

A simple vista, a ojos de una profana, quedan claras cuatro cosas: la primera, y más obvia, hay que tener mucho tiempo (y ayuda) para desplegar semejante colección de platos, tazas y vasos con sus respectivos contenidos; la segunda, hay que tener una voluntad de hierro para meterse ese menú tan poco apetecible nada más levantarse de la cama; la tercera, con tan poca caloría en el cuerpo, no hay quién aguante el arranque de la jornada; y la cuarta, hay que tener un baño muy cerca porque la combinación de agua caliente, kiwi y semillas de lino provoca ganas de evacuar solo con escucharla.

Pero, ¿qué opina una especialista en la materia sobre el desayuno de Isabel Preysler? “Bueno, lo primero que me hace gracia es que aseguren que el secreto de la eterna juventud de Preysler y de que no tenga ni una sola arruga es su desayuno détox. En fin. Pero, dicho esto, empezaría por afirmar que hay que tener bemoles para desayunar esto todos los días“, cuenta la nutricionista de cabecera de ZEN, María Amaro, creadora del Método Amaro de adelgazamiento.

Pero… ¿qué es el agua de Jamaica?

Lo que más llama la atención del menú es el agua de Jamaica (¡no confundir con la de Valencia!). ¿Qué es eso? “El agua de Jamaica o té de hibisco se prepara con cálices de la rosa de Jamaica. Es una infusión que se toma tanto fría como caliente y tiene un sabor agrio, parecido al del arándano, que hace que se quiten las ganas de tomar dulce”. O sea, que el brebaje tampoco debe ser muy apetecible como para tomarlo nada más despertarse.

Según cuenta Amaro, el agua de Jamaica tiene un montón de propiedades. “Está repleto de antioxidantes. Es una bebida que, al no tener cafeína -algo que está muy bien para la gente que no tiene despejarse rápidamente para ponerse a trabajar- ayuda a combatir los radicales libres y reducir el daño oxidativo“.

Aunque apenas hay estudios sobre este asunto, “en una investigación, publicada en ‘The Journal nutrition’, se constató que sus 65 participantes experimentaron ciertas mejoras en la salud tras beber agua de Jamaica. En concreto, se observó que, a la hora de consumirla, les disminuía la presión sistólica y la diastólica“.

También hay algo de literatura científica (poca) acerca de su efecto benefactor sobre el colesterol. “Dicen que aumenta el HDL, que es el colesterol bueno, y disminuye el LDL, el malo, pero no está suficientemente demostrado”. Esta especialista señala, además, que “el agua de Jamaica tiene un alto contenido en hierro y vitamina C“.

Como diurético, no sólo funciona de maravilla sino, que, “tal y como se ha demostrado en estudios llevados a cabo con ratas, evitaría que los cristales de oxalato cálcico se conviertan en cálculos renales”.

Pero, cuidado, que su poderío puede hacer que “eliminemos agua en exceso y, por lo tanto, electrolitos, con lo cual hay que tener cuidado de no pasarnos con esta esta bebida para no producir un déficit de sodio, de potasio y de otros iones”.

Con toda esta información en mente, ¿se podría decir que tomar agua de Jamaica en el desayuno es una buena opción? “Bueno, pues no está mal, porque es un potente antioxidante que puede ayudar a fortalecer nuestro sistema inmune y, además, es un ‘cóctel’ muy bajito en calorías con lo cual nos va a ayudar a adelgazar si es que lo necesitamos”.

Respecto a lo de tomar agua caliente a las bravas, la cosa no está tan clara. “Para mí eso también sería un sacrificio brutal. Yo prefiero un vaso de agua fría por la mañana. Pero sí que es cierto que ayuda a ir al baño. ¿Por qué? Porque el agua caliente aumenta el movimiento peristáltico con lo cual vamos a tener una eliminación de los desechos más sencilla. Este es el motivo por el que el café y las infusiones, tomadas a primera de la mañana, nos ayudan a evacuar. O sea, que ya con tomar el té de hibisco tendríamos más que suficiente”.

Y, en este capítulo, Amaro nos hace una advertencia importante. “Hay que tener mucho cuidado con tomar cosas muy calientes porque se ha demostrado que puede relacionarse con la aparición de cáncer de esófago“.

Kiwi, pomelo, semillas de lino, agua de Jamaica… Lo que está clarísimo es que “todo el desayuno de esta mujer, además de exageradamente hipocalórico, está enfocado a alcanzar un efecto diurético, laxante y depurativo“. O sea, que mejor no lo secundamos si no queremos desmayarnos a media mañana.

… visitar el periódico El Mundo…

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