Te habrás hartado de recibir consejos. Seguramente te va a costar poner en práctica algunos de ellos, y aquellos a los que nos hemos referido en esta época; hacer ejercicio, compensar, etc…
En esta ocasión vamos a sentarnos con vosotros en la mesa durante esas comidas y cenas de celebración. Y así, sólo así, vamos a poder ayudarte mejor a aconsejarte directamente sobre estas citas. ¿Preparad@?
En primer lugar, cuando te sientes coge un plato y sirve aquello de lo que vayas a comer. Ir picando significa no controlar lo que comes, por lo que hay que moderarse.
Si hay entrantes, prioriza con los que tengan una base vegetal o aquellos de marisco (si no eres vegano). Los entrantes a base de hojaldre, pasta o con salsas como la mayonesa o bechamel…con mucha moderación.
Cuando llegue el plato principal, intenta que te sirvan raciones pequeñas. Al tratarse de una comida o cena más reposada comerás más lento y probablemente no tengas la sensación de hambre que en un encuentro más informal. ¡Ah!, y si es posible servíos poca salsa.
Las guarniciones de verdura, en lugar de las de fécula de patata o arroz y similares…son ¡top! El acompañamiento de pan resulta casi obligado pero por favor, coge un trozo pequeño.
Si no hay opción de elegir, lo que toque es lo que hay que comer. Pero si te ofrecen carnes blancas como pavo asado, pularda o si te ofrecen pescado…intenta elegirlo frente a las carnes rojas como el lechazo o el cordero.
Llega el postre, no nos pongamos nervios@s. Si hay fruta, puedes elegirla frente a postres con preparación a base de lácteos magros, requesón… Acordaros de los dulces navideños que más engordan, así que una porción de turrón es más que suficiente, al igual que un mazapán.
Y llega el turno el brindis. Una copita de champán está bien, brindemos por todo y…¡hasta la próxima comida!