En este artículo publicado en EL MUNDO hablamos de los beneficios de la Dieta Morricone.
Por qué se mantiene la Reina Letizia joven y delgada
Ideada por un dermatólogo estadounidense, propone el consumo de alimentos ricos en antioxidantes y proteínas de alta calidad que, al reducir la inflamación del organismo, mejoran la calidad de la piel y ayudan a perder peso.
Si hay dos cosas en esta vida que nos obnubilan nivel Dios (y lo petan en redes y medios de comunicación) son los ‘secretos’ para adelgazar y para mantenernos ‘eternamente’ jóvenes. Conocedor, probablemente, de este detalle, al prestigioso dermatólogo estadounidense Nicolas Perricone se le ocurrió crear una dieta que aunara ambas obsesiones (la de estar delgado y la mantenerse joven) de una forma saludable y, presuntamente, llevadera en el tiempo. Y así nació la celebérrima dieta Perricone.
Antes de entrar a analizar en qué consiste, basta con observar lo estupendísimo que está el propio Perricone a los 74 años y lo radiantes que lucen algunas de sus más fieles seguidoras, entre las que se encuentran (¡ojo al dato!), Julia Roberts, Eva Mendes, Gwyneth Paltrow (sí, Gwyneth se apunta a un bombardeo siempre que sea ‘healthy) o Cate Blanchett. Pero que la que, de verdad, ha puesto el foco de la atención pública en la dieta Perricone en España ha sido la Reina Letizia que, según se cuenta, debe -en gran medida- esa piel tersa y ese cuerpo sin un ápice de grasa al método del doctor Perricone.
¿De qué va esto de la dieta Perricone? María Amaro, especialista en Nutrición, nos lo explica: “El doctor Perricone lo que hizo fue ‘diseñar’ una dieta que, además de ayudar a bajar de peso, consiguiera mejorar el aspecto de la piel, debido a sus efectos antiinflamatorios y antioxidantes“.
Sus mandamientos no pueden ser más claros: “Priorizar el consumo de proteínas de calidad y alimentos antioxidantes; sustituir el café por el té verde y beber, un mínimo, de ocho vasos de agua al día”.
El salmón, a ser posible salvaje (lo cual nos pone el listón un pelín alto a la ‘gente de la calle’) y ese bendito omega 3 que tan bien nos hace, es la estrella de este plan, pero hay más: atún, huevos orgánicos y de gallinas libres, frutos rojos, melón, copos de avena, brotes verdes…
Para muestra de cómo se combinan, aquí va el que, dicen, podría ser el suculento ‘desayuno tipo’ de la Reina Letizia: una tortilla de tres claras y una yema y/o salmón a la plancha; media taza de copos de avena; una rodaja de melón; 125 gramos de frutos del bosque, té verde y un vaso de agua.
Hasta aquí, los alimentos bendecidos por Perricone, pero ¿cuáles son los prohibidos? “Pues además de los denostados azúcares, harinas, etc, está limitado al máximo el consumo de naranjas, el mango, la sandía, la papaya, el plátano, las uvas, la zanahoria, la calabaza o las patatas. ¿Motivo? Por esos picos de azúcar en sangre que nos provocan al tomarlos. Obviamente, sobra (¿o no?) decirlo, el alcohol, ni catarlo.
Beneficios y contradicciones
Entre sus mayores beneficios, ya lo ha señalado anteriormente Amaro, destaca “ese elevado poder antioxidante que mejora la calidad de nuestra piel” pero, cuidado, porque no se debería de seguir por un periodo prologando en el tiempo.
“Restringe el consumo de muchos otros alimentos -como los hidratos de carbono- que son necesarios para nuestro organismo (sobre todo, si hacemos deporte) y contempla una ingesta de calorías bastante baja (unas 1.500) por lo que, para cubrir las carencias que genera, sería necesario recurrir a vitaminas, minerales o complementos alimenticios que, por cierto, en la misma página de este método, se recomiendan. Por eso, mi consejo es seguirla durante periodos cortos, pero no a largo plazo”.
Además, advierte, “hay que tener en cuenta que, al tratarse de una dieta que propone un alto consumo de proteínas, puede llegar a provocar problemas renales en personas sanas.