Uno de los aspectos clave dentro del Método Amaro es el ejercicio físico combinado con la dieta. La práctica de ejercicio es indispensable para conseguir no sólo bajar de peso sino para un estilo de vida saludable.
Pero, ¿sabemos cómo debemos hacer ejercicio? Antes que nada es imprescindible conocer el estado físico de cada persona. Un pequeño estudio médico que determine los esfuerzos que podemos hacer, en qué medida y cómo se encuentra nuestro sistema cardiovascular.
Lo segundo que tenemos que tener en cuenta es que la carga de ejercicio debe ser progresiva, nunca se debe comenzar por esfuerzos muy grandes. Y más, si cabe, cuando puede que haga mucho tiempo que no se realiza actividad física o la que se realiza es más bien escasa y de forma poco continuada.
Tercero, tenemos que plantearnos hacer ejercicios acordes a nuestro volumen, peso y flexibilidad. Una persona en situación de obesidad no puede comenzar a hacer el mismo ejercicio que otra con un ligero sobrepeso. Se debe adecuar a cada circunstancia, momento en el que nos vayamos encontrando dentro de la dieta y también al estado de forma física en el que nos encontramos.
Cuarto, los workouts son ejercicios muy sencillos que se pueden hacer desde casa y puede ser una manera muy inteligente por la que comenzar. Caminar durante una temporada debe dar paso a un pequeño trote-running y de ahí a combinar ambas cosas. Lo importante es un entrenamiento dirigido, donde te propongan ejercicios acorde a tu peso y tu forma física. Algo que en el Método Amaro hacemos de forma contínua y con muy buenos resultados.
Y, finalmente, unas analíticas deben decirnos si estamos acompañando bien nuestra alimentación con el ejercicio. El control es muy importante para poder establecer mejoras y correcciones.
