SOLUCIONES COSMETOLÓGICAS
Existen dos razones importantes: La primera es la introducción de la Proteína (bacteria clostridium Botulinum) una neurotoxina que produce:
Primero: una parálisis de ciertas fibras musculares, interrumpiendo la comunicación nerviosa.
Segundo, su consecuencia: Sabemos que en el movimiento de un músculo, existe una implicación entre el músculo y el cerebro, con la intervención de los nervios. El impulso de movimiento se origina en los sentidos, los receptores sensoriales (terminaciones nerviosas) permiten a una persona determinar qué tipo de objeto puede ser por su tacto. Esa es una información que se envía al cerebro, esperando una respuesta.
La toxicidad del músculo tratado con Botox, afecta a las células de los tejidos circundantes. La piel, como no podría ser de otra manera TRATA DE COMUNICAR, que existen graves alteraciones (una parálisis). La actividad de esta toxina se extiende a las células con elevado índice mitótico, es decir las responsables de una alta proliferación, resultando estas células también lesionadas por la intoxicación.
Las reacciones por toxicidad directa afectan inminentemente a la Epidermis, por ser ésta el escudo de la PROTECCION de la piel, y por su contenido en células epiteliales, que son las que se multiplican con mayor facilidad. La alteración da lugar a una hiperqueratinización de defensa.
Esa es la respuesta cerebral, ante la evidencia de que el sujeto en una zona determinada de la piel, carece de sensibilidad, y en la responsabilidad de responder por la integridad de ese organismo, obliga a producir mayor número de queratinocitos que engrosen la piel para proteger de traumas por golpes, fricciones, etc…inflamando también localmente los tejidos afectados e interesando igualmente al funcionamiento sistema glandular, con una hiperproducción lipídica, en detrimento del sudor que se ve reducido.
TRATAMIENTO: Es cierto que la toxicidad del músculo, llevará su proceso y que en ningún caso vamos a intervenir sobre la misma, pero sí podemos y debemos hacerlo sobre los efectos negativos que esta toxicidad produce de forma continuada sobre Epidermis, tratando de desintoxicarla y acondicionándola, para prevenir esos efectos no deseados. Por supuesto resulta fundamental, trabajar sobre una EPIDERMIS hiperqueratinizada, restableciendo su funcionalidad desde fuera. Exfoliando convenientemente.
Restablecer la alteración producida en las Glándulas sebáceas y sudoríparas, regulando su secreción, a la vez que reconstruimos un Manto Epicutáneo, en esos momentos inexistente y le dotaremos de la acidez necesaria para que sea capaz, de custodiar a la piel de todos los elementos patógenos oportunistas que la puedan alterar, desde dentro o desde fuera de los tejidos tratados. Posteriormente intensamente sobre el tejido dañado de Epidermis, que seguirá alterado durante el tiempo que la neurotoxina se mantenga en el músculo.