¿Podemos consumir alimentos sin gluten si no somos celíacos?

Esta es una de las preguntas más habituales que nos plantean cuando ponemos sobre la mesa el tema del gluten.

La celiaquía es una enfermedad autoinmune que provoca intolerancia crónica al gluten, un conjunto de proteínas que se encuentran en los cereales de secano, fundamentalmente en el trigo, pero también en cebada, avena y centeno. Es por eso que las personas que la padecen no pueden comer alimentos que contengan gluten.

Pero más allá de eso, existe mucha gente que no es celíaca y se ha apuntado a la moda de llevar a cabo una dieta sin gluten afirmando que les ayuda a controlar el peso y se sienten mucho mejor.

Independientemente de que contengan gluten o no, si dejamos de comer bollería industrial, pizzas, cereales, pan…vamos a controlar más el peso, pero no porque estos tengan gluten sino porque son alimentos bastante calóricos que, si los eliminamos del día a día, nos ayudarán a la pérdida de peso.

Lo que es cierto es que una dieta de alimentos sin gluten para personas que no son intolerantes a esta proteína no es del todo adecuado. No tiene porqué hacernos adelgazar y de hecho perdemos el sabor en los productos que suele compensarse con azúcar y grasas trans.

Uno de los problemas de una dieta sin gluten es la falta de fibra y la carencia de ciertas vitaminas que aportan los cereales. Es decir, se lleva a cabo una alimentación con menos micro nutrientes.

Por ello concluimos que no debemos dejarnos arrastrar por las modas, que si no somos intolerantes no es recomendable comer sin gluten y, sobre todo, debemos preocuparnos por unos correctos hábitos alimenticios entre los que se encuentran algunos productos con gluten.

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